¿Cómo enfrentar la hoja en blanco?   

  Independientemente de la posición que ocupemos en una organización o de la actividad que realicemos, en alguna circunstancia nos podemos ver enfrentados al reto de pronunciar un discurso o escribir alguna pieza de comunicación. En esos momentos nos puede invadir la angustia de la llamada “hoja en blanco” expresión que sintetiza todas las dudas, silencios y desconocimientos que origina el reto de escribir.

Para ayudar un poco a enfrentar esta inevitable realidad, sugerimos un sencillo proceso que facilitará la escritura.

1 Escriba con sinceridad y con pocas palabras, qué desea conseguir con sus palabras (motivar a personas, informar públicamente de algo, aclarar hechos sucedidos, elogiar a alguna entidad o a alguien etc.) Si encuentra que es un objetivo con variantes, escríbalas todas en cualquier orden con las primeras palabras que le vengan à la mente. Cuando considere que se ha agotado este ejercicio, revise los puntos, púlalos y deles prioridades y elimine aquellos que no van a contribuir a darle brillo a su intervención.

2 Lea detenidamente varias veces esta lista depurada, después, fíjese con reloj un plazo máximo de diez minutos y comience a escribir con rapidez todas las ideas, palabras y frases que se le vayan ocurriendo alrededor de lo que ha leído antes, sin importar el orden, la extensión, la Gramática y la Ortografía. Si no encuentra una palabra para completar la frase, escriba un signo (& -* -#) y continúe escribiendo durante el tiempo preestablecido. En este momento no corrija ni organice lo que escriba.

3 Cuando haya terminado el plazo establecido y sienta que culminó este proceso, lea todo lo escrito y busque las palabras ausentes indicadas con el signo escogido. Repita la rutina de depuración. Trate de agrupar las ideas afines en un solo párrafo y establezca el orden en que se van a desarrollar. Corrija la Gramática y la Ortografía.

4 Tome las frases resultantes como puntos de partida para construir los párrafos que van a conformar su escrito.